Los mitos del síndrome de Asperger son diversos y se deben a la poca información que se tiene frente a este espectro autista.
¿Qué es el síndrome de Asperger?
El síndrome de Asperger es un trastorno del espectro autista que se caracteriza por dificultades en la comunicación social, patrones de comportamiento repetitivos y limitados, intereses restringidos y problemas con la coordinación motora. A pesar de que este trastorno ha sido reconocido como un trastorno por la comunidad médica, aún existen muchos mitos y malentendidos sobre esta condición en la sociedad.
Algunos de los mitos del síndrome de Asperger
Uno de los mitos más comunes sobre el síndrome de Asperger es que todas las personas que lo tienen son genios o tienen habilidades sobresalientes en áreas específicas. Si bien es cierto que algunas personas con este trastorno tienen intereses muy específicos y habilidades particulares, no todas las personas con el mismo tienen estas características.
Otro mito común es que las personas que lo padecen son todas iguales y tienen las mismas características. La realidad es que cada persona que lo padece, es única y tiene su propia combinación de fortalezas y debilidades.
También existe el mito de que las personas con este trastorno son incapaces de sentir empatía o de tener relaciones sociales significativas. Esto no es cierto. Las personas con este síndrome pueden tener dificultades para leer las emociones de los demás o para interpretar las señales sociales. Sin embargo, también pueden tener relaciones sociales muy gratificantes y profundas.
Otro mito común es que solo afecta a los niños. Mayormente se diagnostica con síndrome de Asperger a niños o menores de edad, sin embargo, también es cierto que muchas personas adultas tienen este trastorno. De hecho, muchos adultos con este trastorno no son diagnosticados hasta la edad adulta.
Informarnos para desmitificar
En conclusión, hay muchos mitos y malentendidos sobre este trastorno en la sociedad. Por ello, es importante que nos eduquemos sobre esta condición porque nos permitirá comprender y apoyar adecuadamente a las personas que la tienen. Debemos desafiar estos mitos y trabajar juntos para crear una sociedad más inclusiva y comprensiva para todas las personas, incluyendo a aquellas con síndrome de Asperger.