Maniobras de reanimación cardiopulmonar

¿Qué es la reanimación cardiopulmonar? 

La reanimación cardiopulmonar o RCP es una técnica cuyo principal objetivo es salvar vidas. Comprende técnicas de respiración boca a boca con compresiones del tórax. Su objetivo es evitar que deje de llegar el flujo de sangre al cerebro. En consecuencia, se debe intentar conservar la respiración y la circulación sanguínea. 

La importancia por las que es necesario saber la práctica de la reanimación cardiopulmonar se pueden resumir en los siguientes aspectos: 

1.- posibilidad de salvar vidas: 

Considerar que existen altas probabilidades que de que los paros cardíacos ocurran en los hogares. No siempre suceden como consecuencia de la edad o factores preexistentes. También es necesario considerar que, en su mayoría, quienes no reciben RCP a tiempo, mueren. 

2.- es vital estar capacitado: 

La falta de los conocimientos necesarios en esta práctica puede traer aparejadas consecuencias negativas. Se minimizan las posibilidades de causar algún daño. 

3.- el tiempo es un factor determinante: 

Si bien se puede acudir a los servicios de emergencia, éstos tardan en llegar. Los órganos vitales no deben permanecer sin oxigenarse por un periodo mayor a 5 minutos. Por cada minuto de demora se pierde un 10% de probabilidades de éxito. 

4.- puede ser de utilidad para un puesto de trabajo: 

Muchas empresas requieren la certificación, según la tarea para la cual se está realizando la búsqueda de personal. Un ejemplo es el caso de las fuerzas de seguridad, bomberos, centros de salud, cuidado de niños y ancianos, escuelas, etc. También resulta de interés para el personal de gimnasios, clubes, natatorios, entre otros. 

5.- Lejanía de los centros de atención médica: 

A veces no se dispone de atención médica cercana al domicilio, por lo que la ayuda puede tardar bastante tiempo en llegar.  

6.- Económica: 

Los cursos no son tan costosos si se ponderan los beneficios que acarrean los conocimientos impartidos. 

7.- Entrenamiento en el uso de DEA 

Muchos lugares como escuelas, aeropuertos, supermercados, shoppings, etc. disponen de desfibriladores electrónicos automáticos (DEA), por lo que es de vital importancia conocer su forma de uso.  

El conocimiento de esta técnica es de vital importancia, a punto tal que en algunos países europeos se permite a los mayores de 12 años su capacitación en la materia.  

¿Cómo hacer una reanimación cardiopulmonar?

Antes de iniciar el procedimiento se deben verificar los siguientes aspectos (Mayo Clinic, 2020): 

  • Establecer si es un ambiente seguro para el paciente. 
  • Verificar el estado de conciencia o inconciencia. 
  • Si aparenta inconciencia hay que hablarle, tocarlo para verificar algún tipo de reacción. 
  • Ante la falta de respuesta, llamar a emergencias. 
  • Si se dispone de desfibrilador, se realiza una descarga antes de comenzar. 
  • Verificar la respiración 
  • Constatar el pulso. 
  • Seleccionar adecuadamente la técnica de RCP a aplicar en función de la edad del paciente. 

El orden del procedimiento es: 

1.- Compresiones: 

– colocar al paciente boca arriba. 

– arrodillarse a la altura del cuello y hombros. 

– colocar una palma de la mano en el centro del pecho y la otra mano encima de ésta. 

– con el peso del cuerpo presionar el pecho a ritmo de 100 – 120 compresiones por minuto. 

– si no se tiene capacitación médica, continuar así hasta que llegue la ayuda profesional.  

– si se está capacitado, abrir las vías respiratorias. 

2.- Vías respiratorias:  

– estando capacitado, luego de hacer 30 compresiones, abrir las vías respiratorias inclinando la cabeza y levantando el mentón. 

3.- Respiración: 

– cerrar las fosas nasales para hacer respiración boca a boca. 

– hacer dos respiraciones de rescate. 

– retomar las presiones toráxicas. 

– utilizar desfibrilador, si está disponible 

– continuar con el procedimiento hasta observar signos de movimiento o hasta que llegue el personal médico al lugar. 

¿En qué casos está indicada la reanimación cardiopulmonar? 

Las técnicas de RCP deben ser aplicadas sólo en los casos en que las personas han perdido la conciencia, respiran con dificultad, o se ha detenido el pulso cardíaco. Es por ello que, antes de iniciar las maniobras se debe verificar la respiración y el pulso. 

La reanimación cardiopulmonar no debe aplicarse si se presentan algunas de estas situaciones: 

 
1.-   Signos de muerte biológica:  

Lividez, rigidez, etc. 

2.- Cuando los familiares o representantes legales del paciente no autorizan la práctica del RCP. 

3.- Cuando el paro cardíaco es consecuencia de enfermedad previa. 

4.- Paro cardíaco mayor a 10 minutos. 

5.- Riesgos de agravar la situación con las maniobras de RCP.