¿Cómo se hace la RCP?
La reanimación cardiopulmonar, más conocido como RCP, es un procedimiento aplicado al salvamento cuando han cesado movimientos cardíacos o la respiración. Ello puede ser consecuencia de descargas eléctricas, ahogamientos, shock cardiogénico, etc. Tiene como finalidad conservar el flujo de oxígeno en los órganos vitales hasta que se pueda dar tratamiento. Puede ser llevado a cabo por personas con capacitación o con conocimientos leves hasta la llegada de la ayuda profesional. Existen muchos nosocomios que organizan cursos gratuitos para la comunidad en general. Por ejemplo, la Cruz Roja ofrece este tipo de servicios, a través de su página web.
La importancia de conocer las prácticas de RCP radica en la posibilidad de salvar vidas. Según los estudios del Comité Peruano de Resucitación, el 98% de los casos de paros cardíacos extrahospitalarios de Latinoamérica fallecen, independientemente de la inversión en infraestructura médica de emergencia. Una prueba de que el entrenamiento masivo en RCP produce resultados positivos es la ciudad de Seattle, Estados Unidos. En ella, aproximadamente el 40% de su población ha recibido el entrenamiento correspondiente. En este sentido, es necesario llegar a cualquier miembro de la comunidad independientemente de su formación en las ciencias de la salud (Comité Peruano de Resucitación, 2000).
En consecuencia, las prácticas incluyen la incorporación de oxígeno a los pulmones, mediante respiración boca a boca. También, se realizan compresiones de la caja toráxica para mantener la circulación sanguínea. Esta última maniobra es la prioritaria y más sugerida por los especialistas en la actualidad. La American Heart Asociation hace hincapié en la importancia de iniciar el proceso con las compresiones en el pecho.
Un factor de alta trascendencia es el tiempo, ya que los daños en el cerebro se inician a los 4 minutos sin oxígeno. Mientras que, la muerte se produce luego de los 6 minutos en estas condiciones.
Entre las razones por las cuales se producen los paros cardiorrespiratorios, se pueden enumerar:
- Excesos de estupefacientes.
- Hemorragias importantes.
- Antecedentes de enfermedades cardiovasculares.
- Sepsis.
- Accidentes y lesiones graves
- Traumatismos de cráneo
- Ahogamiento.
- Accidente cerebrovascular.
- Envenenamiento
- Asfixias.
Por otra parte, los síntomas más comunes serían:
1.- Paro respiratorio, jadeos.
2.- Nulas pulsaciones.
3.- Pérdida de conocimiento.
Mientras que los primeros auxilios comprenden:
1.- Constatar la respuesta vigil del paciente.
2.- Llamar a la empresa de emergencias del lugar.
3.- Colocar al paciente boca arriba, evitar torcer cabeza y cuello.
4.- Realizar las compresiones en la caja toráxica, de la siguiente manera:
- a) colocar una mano en la base del esternón, entre los pezones;
- b) colocar la otra mano sobre la primera;
- c) posicionar el cuerpo sobre las manos;
- d) realizar 30 compresiones rápidas y fuertes, presionando 5 centímetros dentro del pecho. En cada una se debe permitir que se levante completamente.
5.- Abrir vías respiratorias: inclinando la cabeza hacia atrás y empujando la frente hacia abajo.
6.- Verificar si hay respiración.
7.- Si no respira, realizar dos respiraciones boca a boca, haciendo que el pecho se levante.
8.- Repetir las compresiones del tórax y las respiraciones hasta que se recupere o llegue la ayuda. Si hay un AED, aplicar.
Si comienza a respirar, se coloca el paciente en posición de recuperación, cuidando que respire hasta que llegue la ayuda.
NO SE DEBE HACER RCP si, la respiración es normal, presencia de tos o movimiento. Salvo que sea profesional de salud, no tomar el pulso.
Entre las medidas de prevención se pueden citar:
1.- Reducir los factores de riesgo (consumo de cigarrillo, altos valores de colesterol, presión arterial, obesidad, estrés).
2.- Realizar actividad física.
3.- Visitas médicas preventivas.
4.- Utilizar las medidas de seguridad que correspondan al circular en automóvil.
5.- Evitar el consumo de estupefacientes.
Por último, la American Heart Asociation considera necesario contemplar las siguientes prácticas según el grado de capacitación que tiene la persona a cargo de intervenir en la urgencia:
- Sin capacitación: practicar sólo la reanimación cardiopulmonar con las manos. Hacer compresiones (100/120 por minuto) hasta que lleguen personal especializado.
- Con capacitación y preparación: Comprobar pulso y respiración. Sin respiración ni pulso en 10 segundos, iniciar las compresiones en el pecho: 30 antes de la respiración de rescate.
- Capacitados pero sin experiencia: realizar las compresiones en el pecho solamente (100/120 por minuto).