Luego de una amputación, suele generarse un dolor intenso en la zona extraída. A eso se le conoce como el síndrome del miembro fantasma.
¿Qué es el síndrome de miembro fantasma?
Este síndrome se presenta en casos en donde a un paciente se le amputa alguna extremidad, pero existe una sensación de continuar con la extremidad extraída. Algunos médicos creían que este fenómeno era un problema psicológico, no obstante, en la actualidad muchos de ellos reconocen que estos síntomas se originan en la médula espinal y el cerebro.
Este síndrome se caracteriza por su dolor intenso y la sensación puede llegar a ser insoportable. Según su fisiopatología, se debe a la persistencia de ciertas áreas cerebrales dedicadas a ese miembro en específico, que no reciben la respuesta del mismo y generan una descarga espontánea que contamina otras percepciones y se extiende.
Sensaciones comunes del síndrome de miembro fantasma
- Dolor agudo continuo y punzante
- Malestar persistente
- Dolor similar a un cólico
Algunos factores pueden generar que el dolor del miembro fantasma empeore, entre ellos:
- Exceso de cansancio
- Presión excesiva en la extremidad que no ha sido amputada
- Cambios de clima drásticos
- Mucho estrés
- Infecciones
- Problemas en la circulación
- Hinchazón en el miembro que todavía existe
Principales características
Las características del miembro fantasma son las siguientes:
- Inicia a partir de la primera semana posterior a la amputación, aproximadamente, aunque puede presentarse en más tiempo.
- Puede ser un dolor que aparece y desaparece o puede ser continuo.
- Los síntomas suelen afectar más a la parte del miembro más alejada del cuerpo, como el pie de una pierna amputada, por ejemplo.
- El dolor se puede describir como un disparo de bala, una puñalada, un calambre, un pinchazo, un apretón o ardor.
Algunas recomendaciones para contrarrestar el dolor fantasma
- La relajación es vital. Se recomienda la respiración profunda para aplacar el dolor de la extremidad amputada.
- Leer, escuchar música o realizar alguna actividad que distraiga el dolor en la zona, sirve de gran ayuda.
- También se recomienda un baño de agua caliente, en el caso que la zona de la herida ya esté curada.
- Consultar con el médico encargado sobre algún medicamento para el dolor.
- Es importante mantener en movimiento la parte restante, ya sea brazo o pierna.
- Saber cuándo tener puesta la prótesis o no, es decir, si no es necesaria en el momento, quitársela y descansar el área amputada.