El cáncer de piel es de los más comunes y dañinos, por ello es importante conocerlo y saber cómo prevenirlo para evitar daños en este órgano.
¿Qué es el Cáncer de la Piel?
El cáncer es una enfermedad en donde las células del cuerpo se multiplican sin control. En los casos del cáncer de piel, se debe a la exposición excesiva a los rayos ultravioleta (UV) del sol, las camas bronceadoras o las lámparas solares.
A corto plazo, el efecto de los rayos UV en la piel pueden provocar una quemadura solar. Con el tiempo, este daño incrementa, ocasionando cambios en la textura y el envejecimiento prematuro de la piel.
Tipos de cáncer de piel
Para conocer los tipos de cáncer de piel, debemos conocer los tipos de células que posee este órgano.
- Células escamosas: Son células delgadas y planas que forman la capa superior de la epidermis.
- Células basales: Se trata de células redondeadas que se encuentran debajo de las células escamosas.
- Melanocitos: Son células que producen melanina y que se ubican debajo de la epidermis. La melanina es el pigmento que le da color a la piel. Cuando la piel se expone al sol, los melanocitos generan más pigmento lo que provoca que la piel se oscurezca.
Entre los tres tipos de cáncer de piel se encuentran:
- No melanoma: Este tipo de cáncer crece lentamente y se desarrolla en las capas superiores de la piel.
- Carcinoma de células de Basilea (CCB): es el tipo de cáncer de piel más frecuente e inicia en las células de la epidermis inferior.
- Carcinoma de células escamosas (CCE): Este tipo de cáncer de la piel se encuentra en el 20% de los casos generales y empieza en las capas superiores de la epidermis.
- Con melanoma: es uno de los más graves y puede llegar a extenderse en otras partes del organismo.
¿Cómo prevenirlo?
Es esencial el cuidado de la piel en todas las épocas del año, sobre todo de los rayos ultravioleta. Estos no solo hacen daño en verano, sino también en las demás estaciones. Por ello el uso de bloqueador solar es vital para la salud de la piel.
Además, es importante consultar a un especialista sobre algún cambio en la piel, como los siguientes casos:
- Un lunar o un bulto en la piel que no se encontraba antes.
- Un cambio de tamaño, forma, color o textura de un lunar o bulto ya existente.
- Un lunar o una llaga que sangra o que no sana adecuadamente.
Es importante recordar que la mayoría de los cambios en la piel son inofensivos, pero solo un especialista puede brindar un diagnóstico adecuado.