Los cambios de estación pueden afectar el estado de ánimo de las personas. Esto puede deberse al Trastorno Afectivo Estacional.
¿Qué es el Trastorno Afectivo Estacional (TAE)?
Es normal hoy en día muchas personas sufren de caídas de estado de ánimo periódicas. Algunas de ellas se presentan en épocas donde la luz solar no es tan intensa, mientras otras prefieren un espacio sin mucha luz. Esto no escapa de la realidad, pues se puede deber al Trastorno Afectivo Estacional.
El Trastorno Afectivo Estacional es un tipo de depresión que se presenta en las estaciones. Por lo general, comienza a finales de otoño y principios del invierno y desaparece durante la primavera y el verano. Sin embargo, también se da del sentido contrato (en época de verano o primavera).
En algunos casos, estos cambios en el estado de ánimo son más graves y pueden afectar la forma en cómo una persona se siente, piensa y afronta sus actividades diarias.
Síntomas del Trastorno Afectivo Estacional
El Trastorno Afectivo Estacional no se considera como un trastorno aislado, sino que es un tipo de depresión que se caracteriza por su patrón estacional recurrente, con síntomas que duran entre 4 y 5 meses al año. Por lo tanto, los signos y los síntomas de este trastorno incluyen los que están relacionados a la depresión y algunos síntomas específicos que no coinciden, según se trate de la estación (sea invierno o verano).
Existen ciertos síntomas o signos que puedan dar con este trastorno, no obstante, no todas las personas los experimentan. Entre ellos están:
- Apatía, tristeza o sentirse decaído gran parte del día, casi todos los días
- Pérdida del interés en actividades que se solía realizar
- Escasez de energía
- Sueño alargado e insomnio
- Comer en exceso y sentir pesadez
- Dificultades al concentrarse
- Sentimiento de culpa constante
¿Cómo es su tratamiento?
Si bien se tiene conocimiento de ciertas características de este trastorno, se desconocen las causas exactas del mismo. Los investigadores señalan que quienes la sufren puede que tengan un desequilibrio de serotonina, un químico del cerebro que afecta el estado de ánimo. También porque sus cuerpos producen demasiada melatonina, una hormona que regula el sueño. Otra posible razón es la poca vitamina D dentro del organismo.
En cuanto al tratamiento, este podría apoyarse en la fototerapia, psicoterapia y prescripción de fármacos.
En una sesión de fototerapia (o terapia lumínica), el paciente se sienta a pocos metros de una cabina de luz especial, quedando expuesto a la luz brillante. Esta luz imita la luz natural y provoca cambios en los químicos del cerebro.
Por otra parte, la psicoterapia, o terapia de conversación, así como la terapia cognitivo conductual, también sirve de ayuda para que el paciente aprenda a afrontar por sí mismo su situación.
Por otro lado, en el caso de que los síntomas de este trastorno sean graves, el profesional médico podría recetar fármacos antidepresivos.