4 Síntomas de la deformidad del talón (Síndrome de Haglund)

¿Qué es el Síndrome de Haglund?

La deformidad del talón, también conocida como síndrome de Haglund, se caracteriza por un aprisionamiento tendino – bursal posterior. Sus causas obedecen a la exostosis del tendón de Aquiles y una bursitis del calcáneo. Los síntomas más comunes son el dolor sostenido en los talones durante el transcurso de la práctica de los deportes.

Es muy común que se asocien diversas patologías que afectan a la región de los talones, a pesar de que los orígenes de las mismas son muy diferentes. En este sentido, se puede presentar una inflamación del tendón de Aquiles; en cuyo caso, se estará frente a una tendinitis.

Por el contrario, cuando la que se ve afectada es la bursa, o se produce una suerte de prominencia calcánea, se habla de la deformidad de Haglund. En este último caso, el dolor es consecuencia del impacto que sufren los tejidos blandos. Por su parte, la bursitis del calcáneo por sí misma no trae aparejada cambios de tipo morfológicos en la zona afectada.

En todos los casos el diagnóstico se efectúa mediante el uso de placas radiográficas, resonancia magnética, y palpado de la zona afectada.

Algunas de las prácticas deportivas que pueden traer aparejadas estas patologías son el atletismo, esquí, football, triatlón, ballet, etc. También, son agentes causales el uso de calzado con excesivo ajuste o el pie cavo.

¿Cuáles son los síntomas de la deformidad del talón?

Las maneras en que se pone de manifiesto el Síndrome de Haglund o deformidad de los talones es a través de los siguientes signos:

1.- Dolores intensos

Se producen en las zonas traseras de los talones, en el ligamiento del tendón de Aquiles. Se produce comúnmente en las mañanas, o luego de posiciones de descanso. Se incremente con la actividad imposibilitando el normal desempeño. Algunas de las formas en que se hace progresivo es el descenso de escaleras, o el simple andar.

2.- Inflamaciones

Se observan en las zonas posteriores del pie, a la altura de los talones

3.- Hiperqueratosis

Son engrosamientos de las capas externas de la epidermis. Está constituida por alto concentrado de queratina, como protección.

4.- Flexión dorsal por fricción

Se producen dolores con motivo del impacto continuo del talón.

¿Cómo se puede tratar la deformidad del talón?

El Síndrome de Haglund o deformidad del talón tiene múltiples tratamientos paliativos. Dentro del campo de estudio de la fisioterapia, los más importantes son:

  • Electrólisis percutánea intratisular:

Se trata de una técnica invasiva ecoguiada. Esta práctica supone la aplicación de una corriente galvánica que se realiza a través del uso de agujas. Los efectos que produce inflamatorios, actuando por fagocitosis y reparación de las partes blandas.

  • Plasma enriquecido en plaquetas:

El proceso comprende extracción del plasma de la sangre del propio paciente, mediante centrifugado. Posteriormente, se procede a inyectar esta sustancia en la zona afectada. El resultado que se obtiene es la desinflamación, cede el dolor, y se produce la cicatrización.

  • Ondas de choque:

El uso de este tipo de tratamiento con ondas acústicas de alta energía coadyuva a la regeneración de los tejidos. De esta manera, se produce una reparación de los tendones reduciendo la inflamación y el dolor.

  • Láser:

Las sesiones de láser contribuyen a la vasodilatación. Como consecuencia de este proceso se incrementa el aporte de nutrientes a las células afectadas. Consecuentemente, se produce una regeneración de los tejidos involucrados.

  • Ejercicios:

El uso de determinadas prácticas y ejercitaciones pueden reducir el dolor y las inflamaciones. Las características específicas de estas prácticas deben ser guiadas por un profesional debidamente especializado.

  • Terapia manual ortopédica:

Se aplican técnicas con el uso de las manos de modo tal que se reducen las inflamaciones locales. Como consecuencia de ello ceden los dolores, rigideces o hinchazones. Se recomienda su uso por profesionales especialistas en este tipo de procedimientos paliativos.

Por otra parte, los tratamientos médicos traumatológicos suponen el uso de:

  • Analgésicos: en especial el uso del grupo de los AINEs.
  • Adecuación de los calzados: Uso de aquellos que permitan una mejor amortiguación del impacto al correr o saltar. Por ejemplo, los que disponen de cápsulas de aire, o resortes. En la práctica deportiva es conveniente el asesoramiento técnico previo para evitar todo tipo de lesiones.
  • Corticosteroides: Su uso excesivo por infiltraciones no es aconsejable puesto que puede derivar en efectos adversos. Por ejemplo, la rotura del tendón.
  • Crioterapia: uso de hielo aplicado en forma local. Las consecuencias inmediatas son el cese de los dolores y la reducción del tamaño de las zonas inflamadas. En general, se aplica en forma conjunta con algún otro tipo de tratamiento. Normalmente, se recurre en forma directa previamente a la visita a los facultativos especialistas.

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